Un Mamut Musical

¿CAZAR UN MAMUT MUSICAL?

No es extraño que nos suenen muchos de los beneficios que supone la práctica musical como la mejora del estado de ánimo, el desarrollo de la coordinación psicomotriz, la estimulación de cerebro, etc. Si somos de una ciudad, acudimos al conservatorio o a la escuela de música más cercana y nos informamos de cuál es el proceso de acceso a estas enseñanzas. Si somos de un pequeño municipio, es muy posible que nos dirijamos a la banda de música.

            Pero, independientemente de dónde vayamos a aprender música, una de las grandes motivaciones que nos mueven a practicar nuestro instrumento es el grupo. Desde épocas remotas, el ser humano ha cooperado para lograr retos mayores. Un neandertal con una pequeña lanza apenas le hacía cosquillas a un mamut e, incluso, su vida corría peligro si se encontraba sólo. Pero, un grupo de neandertales, con una estrategia de caza bien definida, era capaz de derribar presas enormes. Utilizar recursos naturales como el fuego o la conducción a desfiladeros, en combinación con la cooperación entre los individuos y los instrumentos producidos como las lanzas, daban con el resultado esperado.

           ¿De qué mamut hablamos nosotros? De las agrupaciones musicales: bandas de música, orquestas sinfónicas, big bands, brass bands, grupos de cámara, grupos de metales, bandas de dixie, bandas de tambores, cornetas y viento metal, … Trombones, tubas y bombardinos podemos pertenecer a todos ellos o a cualquier otro tipo de agrupación que se te ocurra (y si no, mira And The Brass, con 4 trombones, 2 tubas y 1 bombardino). Lo importante es que te juntes con tus amig@s y que encuentres un grupo con el que practicar para lograr cazar ese gran mamut lanudo: un sonido espectacular que impresione a todos los que escuchen vuestro grupo y que no se puede conseguir de manera individual. 

            ¿Qué vas a obtener de este mamut? Filetes no (a no ser que quedéis para comer antes del ensayo jejeje) pero… sí hacer amig@s, poner en práctica lo aprendido en clase, disfrutar de la sensación envolvente y gratificante del sonido, emocionarte, aprender a respetar a tus colegas, … En definitiva, cooperar para crear una obra mayor.

            ¡¡¡Anímate!!! Toca con tus amig@s dentro y fuera del aula, busca una banda de música o un grupo cercano o, si no, créalo tú mismo.